Friday, December 14, 2012

Javier Treviño - Premio Fulbright - García Robles 2012


Ver adicionalmente el comunicado de la Embajada de Estados Unidos en México

 http://spanish.mexico.usembassy.gov/es/spress/embajador-wayne-promueve-asociaciones-pblico-privadas-e-intercambios--educativos-en-gala-de-comexus.html




Thursday, December 13, 2012

Premio Fulbright-García Robles 2012


Palabras de Javier Treviño Cantú al recibir el "Premio Fulbright-García Robles 2012"

México D.F., 12 de diciembre de 2012


Apenas el mes pasado tuvimos una muestra de lo paradójico que siguen resultando tanto la creciente cercanía que existe entre nuestros dos países, pero también la gran distancia que lamentablemente todavía nos separa por la falta de un mejor conocimiento y entendimiento mutuos.

El 20 de noviembre, acompañado por el Embajador Tony Wayne, el Secretario de Educación Pública de la anterior administración, el Dr. José Angel Córdova, firmó el Memorándum de Entendimiento sobre Educación entre México y los Estados Unidos, un instrumento orientado a facilitar el intercambio de alumnos de bachillerato y de educación superior.

Sin embargo, lo paradójico fue que, ese mismo día, un estimado amigo mío —y también un buen amigo de México—, Jimmy Taylor, de la compañía consultora Vianovo, dio a conocer un estudio de opinión en donde se muestra con toda claridad... la pésima imagen que existe de México en los Estados Unidos.

Según esta encuesta, la conclusión principal es que la gran mayoría de nuestros vecinos en los Estados Unidos ven a México —ante todo— como una fuente de problemas. La verdad me entristeció... y también me enojó mucho.

Resulta increíble —por decir lo menos— que después de tantos esfuerzos para estrechar nuestros vínculos y establecer una relación madura, a la altura de los enormes cambios que han ocurrido al menos durante las últimas tres décadas en todos los espacios de nuestra relación, sigamos siendo unos simples “vecinos distantes” que básicamente se reconocen por sus respectivos estereotipos.

Nuestros dos países han registrado avances sin precedente en el terreno de la indispensable cooperación sobre seguridad, para hacer frente al reto común del crimen organizado transnacional y asegurar una operación eficaz de nuestra frontera compartida.

Con base en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y gracias al enorme esfuerzo de los sectores empresariales de ambos países, hemos pasado de ser meros socios comerciales, a contar con economías crecientemente integradas.

Incluso, después de unas elecciones en los Estados Unidos donde los votantes de origen “hispano” fueron determinantes para asegurar el triunfo del Presidente Obama, hoy se reconocen cada vez más las valiosas aportaciones de los migrantes mexicanos al desarrollo de nuestro vecino país.

Ahora, resulta indispensable darle una atención prioritaria al fortalecimiento de nuestros intercambios educativos y culturales, para darle un soporte mucho más sólido y constructivo a una relación que, por incontables razones, es tan importante para México, como lo es para los Estados Unidos.

Sólo si nos conocemos mejor... si establecemos mejores canales de comunicación entre nuestras sociedades... si hablamos idiomas comunes, en términos de los valores que compartimos... y si de esta forma nos entendemos mejor... podremos tener una relación de mucha mayor calidad, que en verdad nos reafirme como socios estratégicos y como pueblos hermanos.

Los intercambios educativos y culturales son una herramienta fundamental para superar los viejos y nuevos estereotipos que existen en ambos lados de nuestra frontera, y estoy convencido de que en esta nueva etapa de la relación que está iniciando, recibirán una atención mucho mayor por parte de ambas administraciones.

El reto es mayúsculo.

De acuerdo con "Open Doors 2012", el informe anual de movilidad académica internacional que publica el Institute of International Education con el apoyo del Departamento de Estado, durante el año escolar 2011-2012 estuvieron inscritos en alguna institución de educación superior de Estados Unidos un total de 764 mil 495 estudiantes provenientes de diversos países.Poco más de 194 mil provenían de China, unos 100 mil de India, poco más de 72 mil de Corea, otros 34 mil de Arabia Saudita, y casi 27 mil de Canadá. Los otros tres países con un número significativo de estudiantes fueron Taiwán, con 23 mil, Japón con 20 mil, y Vietnam con casi 16 mil.

La buena noticia es que México ocupa el lugar número 9, con cerca de 14 mil estudiantes. Pero, la mala noticia, es que desde los primeros años de este siglo dicha cifra ha permanecido estancada.Estos 14 mil estudiantes mexicanos en Estados Unidos representan un activo de un valor incalculable para mejorar a fondo nuestra relación bilateral, pero sólo si los consideramos no como un grupo disperso de historias individuales, sino como una comunidad que representa en conjunto a nuestro país.

Habría que verlos como el "Campus México" en Estados Unidos.Los cerca de 14 mil universitarios de México que estudian en Estados Unidos son en sí mismos una excepcional historia de éxito. En la gran mayoría de los casos, han logrado su meta con muy poca ayuda del gobierno y enormes sacrificios por parte de sus familias. Son gente valiosa, que a su regreso pueden contribuir mucho al desarrollo de nuestro país, y también a que logremos tener un mayor entendimiento con nuestros vecinos.

Para darle forma al "Campus México" y poder apoyarlos, primero habría que saber quiénes son, en dónde está cada uno de ellos, qué estudian, cuáles son sus aspiraciones profesionales, y cuándo deberán regresar. Con las tecnologías actuales, no se necesita un gran esfuerzo para lograrlo. Lo que se requiere es la visión política para considerarlos como un recurso que pueden hacer grandes aportaciones a la construcción de una relación más constructiva y benéfica para nuestros dos países.

Los Presidentes Peña Nieto y Obama aspiran a dejar un legado de mayor entendimiento mutuo entre México y los Estados Unidos, y para hacer realidad este elevado propósito, se tendría que dedicarle una atención prioritaria a la cooperación educativa, incluyendo un programa masivo de becas.

Por supuesto, fortalecer estos intercambios es un reto que va más allá del trabajo que puedan hacer los gobiernos, y por ello es indispensable sumar a esta tarea decisiva a un creciente número de escuelas, universidades, centros de estudio y asociaciones culturales... a compañías y cámaras empresariales... a organizaciones ciudadanas... a los medios de comunicación... y a todos los que compartimos la convicción de que México y los Estados Unidos son dos grandes países que se merecen una mucho mejor relación.

Muchas gracias por su atención.