Friday, February 15, 2013

Estrategia Nacional de Energía 2013-2027: el reto de crear valor público

Palabras del Diputado Federal Javier Treviño Cantú en el Foro Consultivo del Consejo Nacional de Energía

México, D.F., 14 de febrero de 2013

A nombre del Grupo Parlamentario del PRI (GP-PRI) en la Cámara de Diputados, quiero agradecer la invitación del Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, para participar en este Foro Consultivo del Consejo Nacional de Energía.

También quiero agradecer al Subsecretario Leonardo Beltrán su detallada presentación sobre los avances de la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, así como felicitar a todos los representantes nacionales de los sectores académico, social y privado aquí presentes, al igual que a mis colegas legisladores por sus atinadas intervenciones.

Antes que nada, la presentación del Subsecretario Beltrán dejó en claro que la formulación de la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 prácticamente está por completarse.
Por ello, nuestro reconocimiento al Secretario de Energía, a su equipo de colaboradores, y a los distintos especialistas que han contribuido a elaborarla.

Sin duda, toda la industria y el escenario energético mundial atraviesan por un profundo proceso de cambio, mismo que por supuesto debemos tomar en consideración en México para articular nuestras propias políticas públicas en la materia.

En particular, la “revolución” tecnológica y energética que está ocurriendo en los Estados Unidos —nuestro principal socio comercial y, también, energético— puede tener profundas implicaciones para nuestra seguridad en este mismo ámbito, y para nuestra capacidad de promover un mayor crecimiento al ritmo que, con justeza, demanda la población.
Ante tales cambios, México no puede seguir permaneciendo estático.

La necesidad de llevar a cabo una reforma energética de fondo es evidente, y es urgente.
Necesitamos replantear en forma integral todo nuestro enfoque, para que los recursos con que contamos sean una palanca mucho más eficiente de crecimiento y produzcan resultados tangibles para el pueblo de México.

El Presidente Enrique Peña Nieto ha sido el primero en reconocer este imperativo nacional, y —con un gran arrojo político—, ha planteado la necesidad de dejar atrás prejuicios y conceptos obsoletos para concretar una reforma energética de gran calado.  Con altura de miras, ha reafirmado la voluntad de su Gobierno para plantear en su debido momento una iniciativa de reforma que —asegurando la plena potestad del Estado sobre los hidrocarburos y demás recursos energéticos con que contamos—, facilite asociaciones productivas que nos alleguen los recursos financieros y tecnológicos requeridos para potenciar su valor, así como para traducirlo en una economía que genere más y mejores empleos.

En el GP-PRI, reiteramos nuestra disposición para acompañarlo en este ambicioso proceso, de tal manera que logremos dar un paso en verdad trascendente, que contribuya al avance sostenido de nuestro país en los años y décadas por venir.

La gran ventaja, es que muy pronto contaremos con un referente muy útil para orientar una discusión informada y —esperemos— constructiva, como seguramente lo será la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027.

Como lo expuso el Subsecretario Beltrán, la Estrategia parte de un diagnóstico preciso, que bosqueja un panorama de enormes desafíos para la industria energética de nuestro país.
En particular, la advertencia de que —si no emprendemos una reforma a fondo México puede llegar a ser en menos de una década netamente deficitario en energía—, debe constituir un claro y fuerte llamado a la acción decidida en favor de una reforma que beneficie a todos los mexicanos.

En este mismo sentido, considerar que se requiere un enfoque integral —que contemple los diversos aspectos relacionados tanto con la oferta como con la demanda energética—, constituye una sólida base para revertir la tendencia a la baja en materia de producción de hidrocarburos registrada en los últimos años, al igual que para mejorar significativamente nuestra eficiencia energética.

Los objetivos estratégicos que plantea la Estrategia son puntuales:

Que el sector energético sea un pilar fundamental de nuestro crecimiento económico, y que toda la población —tanto del México urbano como rural— cuente con acceso a servicios energéticos de calidad.

Asimismo, los elementos de integración que contempla —en materia de eficiencia, seguridad y sustentabilidad—, ofrecen la oportunidad de desarrollar medidas específicas de política en forma equilibrada y con base en una visión de largo plazo.

Por último, vale la pena destacar que la Estrategia contemple la necesidad de darle una especial atención a la transición energética, tanto en lo que se refiere a la producción y distribución de gas, así como al desarrollo de fuentes de energía renovables.

Como bien se señaló, es impostergable tomar medidas que garanticen el abasto energético y que contribuyan a lograr una mucho mayor eficiencia energética.

Por esta razón, en el GP-PRI estamos convencidos de que es indispensable concientizar a la ciudadanía de:

• Los graves retos que nos plantea en el corto y mediano plazos un cambiante escenario energético global;

• De la necesidad urgente que tiene impulsar cambios de fondo para alcanzar nuestros objetivos estratégicos en materia energética;

• Y de que nos corresponde a todos —autoridades de los tres poderes y órdenes de gobierno, a los sectores productivos y a la ciudadanía en general— esforzarnos para desarrollar una nueva cultura de racionalidad y eficiencia energética, acorde con el momento actual y la realidad que estamos viviendo.

De nuevo, mi reconocimiento personal y el del GP-PRI al valioso esfuerzo que han hecho el Secretario Pedro Joaquín Coldwell y la Secretaría de Energía, para establecer la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027.

En el Congreso próximamente tendremos la responsabilidad de analizarla cuidadosamente a fin de lograr los consensos para lograr las metas que plantea.

No debemos olvidar que nuestra verdadera responsabilidad es crear valor público.  La idea de lo que la Secretaría de Energía considera como valor público debe ser apoyada y compartida por los actores que autorizan y legitiman sus acciones. Pero eso no es suficiente. Debe además contar con la capacidad operativa para hacer de esa idea una realidad. El reto es que esa capacidad operativa está fuera de la Secretaría de Energía. Ahí está la esencia del éxito de esta Estrategia Nacional de Energía.  Consolidar ese triángulo estratégico será la tarea fundamental.

Muchas gracias por su atención.